jueves, 5 de diciembre de 2013

Padresconautismo. Herramientas en posición horizontal.

HERRAMIENTAS EN POSICIÓN HORIZONTAL


La tendencia en el uso de herramientas didácticas está centrado en la horizontalidad, eso implica que la gravedad no participe como una fuerza a tener en cuenta cuando el niño o niña trabajan.  Igual con ese modelo de trabajo se suele privilegiar una mirada bidimensional de la realidad, eximiendo al niño de experimentar las condiciones de la tridimensionalidad. 



En estos dos años hemos hecho contrastaciones entre niños y jóvenes con respecto al manejo de este tipo de herramientas y claramente hemos encontrado dificultades en el uso de las mismas. Para el caso de los jóvenes universitarios se convierte en un ruido y una dificultad no esperada, que de plano prejuicia su uso. En el caso de los niños de preescolar y primero del aula estructurada  - donde aprendemos diariamente - dicho uso se dificultó al principio,  siendo rápida la habilitación para aceptarlas, disfrutarlas y entenderlas.  

Lo más interesante es la dinámica en su manejo. En este ejemplo específico los niños y niñas asumen variables adicionales a las que se requerían si la misma se manejara de manera horizontal. 







Al trabajarse secuencias de colores, agrupaciones por colores o por enumeración, el niño necesita evaluar dónde las piezas estarán apoyadas, adicionalmente el tipo de arrastre implica un esfuerzo diferente que cumpla por completo las trayectorias, exigiendo concentración adicional y atención permanente.  Los cuellos de botella (lugares donde el niño tiende a bloquear futuros desplazamientos) incrementan en su grado de dificultad conllevando acciones más complejas que obligan una proyección de las posiciones que deben tener las piezas.

En el caso de todos los niños del aula estructurada este último aspecto no se encuentra desarrollado, todos tienen mucha dificultad par manejar esos cuellos de botella. Sin embargo si la herramienta se ubica en posición horizontal, por lo menos la mitad de los niños logra resolverlo.  






Alejandro aún no logra resolver dichos cuellos de botella en ambas posiciones, sin embargo ya logra prever la caída de las fichas si no las acompaña hasta un punto de apoyo adecuado. Si se le dan instrucciones adicionales logra sobrepasar los cuellos, sin embargo aún no es un ejercicio autónomo. seis de los niños y niñas típicas del aula responden igual.







 

Lo valioso en el caso de Alejandro es sobrepasar el prejuicio sobre la no capacidad de prever el efecto de una acción. En nuestra observación esa  habilidad se está desarrollando a la par de otros niños normotípicos, la diferencia es la reiteración e intensidad de trabajo sobre ese aspecto.


Un abrazo a todas y todos.







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