martes, 21 de octubre de 2014

Padresconautismo. Conflictos y contradicciones 1.

Conflictos y contradicciones 1.

Meses sin acudir a este blog, quizá porque nos agotamos o porque decidimos en su momento que esta tarea no tenía sentido. Y sin embargo pasado el tiempo reconsideramos ese momento de flojera,  para reiterar nuestras prácticas, aprendizajes, exploraciones, experimentos, experienciaciones y afectaciones.

Ser padresconautismo es una tarea ardua, con múltiples significados que quedan insertos en esas horas y días que se suman y multiplican. A veces sentimos que el empeño nos desborda, sobre todo cuando la montaña rusa tiene  caídas abismales, en las que Alejandro ingresa en sus castillos de invierno para dedicarse a los juegos atávicos que le son tan amados y entrañables. Nosotros experimentamos decepción y  cansancio, en esta  imperiosa necesidad de normalizar  propugnamos por una idea de progreso continuo que ubica nuestras expectativas en un escenario que equipara a Alejandro con cualquier niño de su edad.

Esta tendencia es tan fuerte que con frecuencia sobrepasa los argumentos con sentido que construimos a diario para humanizar la vida en común con nuestro amado. Y eso es entendible,  en tanto ello tienen una relación directa con nuestros miedos, estereotipos, prejuicios y resistencias al cambio. Entendemos que Alejandro es diferente y sin embargo en la confrontación social esa diferencia cobra un rostro atormentado que poco toleramos, por eso hacemos cientos de cosas para que esas diferencias queden acotadas o menguadas en un flujo fuerte de normatización y normalización. 

Y en ese proceso, emergen preguntas que nos confrontan, restando credibilidad a un discurso de diversidad que nos hemos impuesto en la  parte crítica de la razón, sin que ello tenga mayor resonancia en los otros aspectos de nuestro mundo cognitivo. Enunciamos el valor de lo diverso, sin embargo trabajamos para llevar a Alejandro a un escenario de supervivencia social  que le permita confrontar la deshumanización que campea en nuestro territorio. Y ese escenario pasa sin duda por la normalización.

Alejandro ha retirado el velo de nuestros ojos con respecto a las múltiples discriminaciones del conjunto social en el que habitamos, fuertes ejercicios de exclusión se dan en el día a día, tanto en la vida cotidiana como en la vida institucional. Y eso es tormentoso. Es como si habitáramos un lugar y un tiempo sin compasión en el que la fortaleza depende de las herramientas individuales y no de la posibilidad de trabajo mutuo. 

Hoy no encontramos solos, sin apoyo institucional (de calidad y humanizado), sin apoyo experto (asociado a las rutas de la mercantilización del dolor) y sin el amparo de normas que nos permitan proponer cambios y ajustes necesarios en el aparato de acompañamiento a los niños y niñas que como Alejandro viven al cien por ciento un mundo diverso.

Eso en si no ha sido malo, al contrario, ha implicado una ruta larga, en la que como los antiguos exploradores nos hemos dedicado a la búsqueda del Dorado, permitiéndonos la experimentación, la experienciación y el aprendizaje. Nuestros hallazgos han sido afortunados, sin embargo no sabemos con certeza si tienen la capacidad de brindar los mejores mecanismos y rutas al proceso de Alejandro. Y esa ahí donde emerge la congoja y lo temores cobran visiones de futuro que empujan la normalización como ruta privilegiada.

A pesar de lo anotado y como parte de nuestras grandes contradicciones suponemos tener un listado de enunciaciones que le dan sentido a nuestro acompañamiento, y creemos valioso compartirlo. Ellas son:

1. Nuestra acompañamiento a Alejandro es un ejercicio de tipo político y ético, no es de plano un acompañamiento terapéutico, su énfasis está en la reflexión - acción  permanente, en la construcción de un nosotros humanizado y humanizante que nos permita construir unas pautas comunes que brinden esperanza, buen vivir y justicia.  

2. En el acompañamiento a nuestro amado la transformación la vivimos en común, no solo Alejandro tiene cambios o giros dramáticos, nosotros igual pasamos por los mismos, siendo conscientes de su presencia. 

3. El cambio de nuestras costumbres, prácticas y pautas de vida social son proporcionales al acompañamiento. Sería políticamente incorrecto asumir que los cambios deben ser solamente del resorte de Alejandro.

4. Buscamos constantemente acuerdos dialógicos, sin embargo estamos convencidos de la existencia de una autoridad humanizante que está asociada a la experiencia, la reflexión crítica del mundo y un sentido de bien común. Por eso en el caso de nuestros amados y amada, tomamos decisiones que pretenden su protección y buen vivir. El ejemplo más fuerte de ello es la alimentación, nuestros amados no tienen aún los criterios para definir que alientos les son benéficos y nutritivos.  

5. El consumo de productos en general (herramientas, materiales, objetos, teorías, ideas, modelos, terapias, pautas educativas, protocolos,  expertos) lo hacemos de forma consciente, más allá de lo enunciado para su venta, sopesamos su impacto en la vida individual y común.

6. Asumimos la presencia de Alejandro como un oportunidad que demanda esfuerzos que están ligados a un profundo desconocimiento sobre la vida misma, por ello sus expresiones generan tanta movilización afectiva que solemos confundir con amenazas. Hemos decidido no pautar la queja o la desazón como elementos relevantes de nuestro encuentro permanente.

7. Asumimos el cuerpo en su conjunto como el principal campo de aprendizaje, por ende es el lugar para enseñar y aprender. Más allá de unas ideas de psicomotricidad o juego, nos acompaña una idea de experimentación, exploración y experienciación de las distintas corporalidades. La psicomotricidad y el juego son un apoyo de ello, sin embargo no logran dar cuenta de todas las acciones y reflexiones que allí se encuentran contenidas. 

8. Proponemos la alternancia entre la estructuración (asociada a reiteración, conducta  y rutina)  y la novedad como elementos que generan puentes comunicativos e interactivos de nuestros amados y amada. Estamos convencidos que la búsqueda unívoca de la estructuración les resta posibilidades y los ubica en el riesgo de crear una estructura artificiosa que no les permite ser participes activos de la misma.  La novedad está modulada por la kinesis y la proxemia, en relación con rutas dilemáticas, ejercicios inexplorados, objetos llamativos, juegos del lenguaje, exploraciones estéticas, experimentos naturales y sociales.

9. Respondemos a las motivaciones e intereses emergentes de Alejandro, igual que los de Luana y Sebastían. Si bien manejamos unos presupuestos con respecto a acciones y actividades, estos pueden cambiar acorde con las emergencias, eso nos implica una alerta constante que logre leer expresiones y propuestas que en muchas ocasiones no son visibles de manera evidente.

10.  Privilegiamos herramientas de trabajo que tengan tres dimensiones, altamente interactivas, que no contengan piezas maestras (pilas, fichas centrales), de bajo costo, preferiblemente asociadas a materiales y objetos domésticos. Las dividimos en tres categorías. 1) Para manipular, desplazar, armar, comparar, ajustar, girar, agitar, desbaratar, introducir, partir, unir, relacionar, sobreponer, subducir, deducir, completar...; 2) Para saltar, agarrar, tirar, girar, tomar, atrapar, balancear, sostener, mover, resistir, acelerar, empujar, lanzar, caer, levantar, abrazar, equilibrar, forcejear, soltar, apuntar, chocar, contener,  atender, enrrollar...; y 3) Escuchar, sentir, percibir, reconocer, palpar, oler, saborear, hablar, palpar, ubicar, degustar, acariciar, golpear, acercar, alejar, subir, bajar, entrar, salir, observar, esperar...


11. En la próxima entrada.

Un abrazo a todas y todos. Padresconautismo.